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miércoles, 23 de enero de 2013

Buenos gestos

Estos últimos días han sido un poco caóticos pero también han servido para darnos aún más cuenta de lo majos y detallistas que es nuestra host family.

Antes de contar nuestra aventura del fin de semana, va otra cosa. El día 16 fue el cumple de Jairo y el mío el 21. Nos dieron el regalo y la postal a la vez por una razón bastante graciosa. Ella pensaba que en Hungría (nos fuimos a Budapest) había euros pero en una conversación con Jairo él le dijo que no. La pobre había pensado el detalle de darnos dinero (euros) para el cumple y así poder gastarlo en Budapest, pero esa conversación le chafó los planes, así que nada, nos dio libras. Me gustó que se hubiese molestado en cambiar las libras, punto para ella. Ah, se me olvidaba que nos compraron una tarta a cada uno, pero eso ya  cada respectivo día.


Ahora la otra historia. Como sabéis este fin de semana fue caótico en cuanto al clima. Nosotros y la familia lo sabíamos desde hace varios días, por ello les preguntamos si podíamos llevar el coche hasta el aeropuerto y nos dijeron que sí. El problema llegó el mismo viernes. Yo no sé si les entró canguele porque el día se acercó o qué, pero nuestro despertar fue horrible, nos mandaron un email (nos comunicamos así en horas no aptas para ir a su casa) diciendo que no era buena idea llevarlo porque daban muchísima nieve y a lo mejor quedaba el coche atrapado en el parking del aeropuerto (¿?). Yo ya cagándome en todo lo cagable porque ya habíamos pagado el parking y ahora tendríamos que pagar un taxi, que sale CARISIMO. Después de hablar con ellos el plan era dejar el coche en la empresa de ellos, que está más cerca del aeropuerto y de ahí el transporte urbano. La vuelta a saber. Yo seguía de mala leche pero después llegó el gran email: nos pagan los taxis, el de ida y el de vuelta. Todo un detalle por su parte, la verdad. En realidad es lo mínimo que podían haber hecho por lo del parking y demás, pero ya se sabe que hay familias que dejan mucho que desear.
El domingo era nuestro día de vuelta pero, sorpresa, el vuelo se canceló. Y eran las 21:30, una hora genial para que se cancele un vuelo. Todos los que fuimos somos au pair y lo primero que se pensó fue en la familia. Llegamos a Inglaterra el lunes a las 7 de la tarde después de tener que dormir otra noche más en Budapest, coger un vuelo a Estocolmo (sí, lo que leeis) y luego otro a Stansted. Pero llegamos, menos mal porque ya pensábamos que tendríamos que dormir en Estocolmo o algo...
Nuestra familia se portó genial. Bueno, para mí portarse genial es no recibirnos con cara de perro. Sé que no fue nuestra culpa, pero como dije antes, hay familias que dejan mucho que desear.


Y hasta aquí las últimas novedades de mi vida auperil, sí queréis saber más detalles del viaje y ver fotos id a mi otro blog, aquí ya no pondré este tipo de cosas, sólo lo relacionado con la vida au pair.


Bye, bye!

1 comentario:

  1. Me alegro mucho de que se portaran bien con vosotros y que no se enfadaran por lo del vuelo, que al fin y al cabo tampoco es culpa vuestra y le puede pasar a cualquiera. Me tenéis que contar todo sobre el viaje y espero que lo de la cancelación de los vuelos no os asuste para organizar pronto otra cosa.Un besin cuqui, espero que el domingo podáis venir que os echo en falta!

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